¿Puede el diseño traer paz?

Contemplar es una actitud capaz de transformar la vida cotidiana. Esta es la verdadera experiencia que propone el diseño

¿También te sientes más cansado de lo habitual? Esto parece un síntoma de nuestros tiempos. En el libro 'La sociedad de la fatiga', el filósofo Byu Han plantea hipótesis para aumentar la conciencia sobre este comportamiento y adoptar una postura más reflexiva.

Entonces te preguntas: ¿qué tiene esto que ver con el diseño? ¡Para nosotros, todo! Asumir la subjetividad del pensamiento humano es una invitación a transformar la experiencia del diseño en un viaje de descanso y contemplación.

Byung-Chul Han es un filósofo surcoreano, profesor de estudios culturales en la Universidad de las Artes de Berlín. Critica duramente la tecnología y los procesos de aceleración que desencadena, a pesar de mostrarse entusiasmado con el potencial de futuro que revela la utopía tecnológica.

El libro A Sociedade do Cansaço es, quizás, su obra más reconocida. En un breve ensayo dialogando con Freud, Nietzsche y Heidegger, Byu plantea la hipótesis de que las pantallas y la conexión acelerada a internet crearon un falso ambiente de positividad que estaría fragmentando la libertad inherente a la existencia.

En pocas palabras, es más o menos así: la posibilidad de fácil acceso hizo difícil para todos nosotros tener una postura crítica negativa. Con el mundo a nuestro alcance, ya no seleccionamos algunas cosas que nos afectan y estructuran para permitirnos experiencias múltiples, a veces simultáneas.

Surge una dificultad latente para tomar decisiones y, con ella, la incapacidad de negarse. Ya no seleccionamos una cosa sobre otra. Más bien, intentamos elegir la intensidad con la que se experimentan absolutamente todas las cosas, cada una a su manera.

Para Byu, la contemplación es un camino de reconexión con el mundo y con uno mismo. Permítete el silencio, expandete en el tiempo y acepta el rechazo. Elegir se convierte casi en un acto de redención. Ahí es donde entra el diseño...

El diseño escribe una narrativa que explica y sostiene nuestra propia identidad. Nos reconocemos en las decisiones y podemos descansar en ellas, incluso en aquellas que no tomamos. Comprender quiénes somos potencia la suficiencia. Es una experiencia individual que se potencia en la comodidad del hogar, en el refugio de uno mismo. Y, si el hogar es donde está el corazón, hacer un hogar en uno mismo es una invitación a la paz.